Dr. Perera describe cuatro categorías de médicos, basadas en dos aspectos básicos, la capacidad profesional y los valores morales:
a) Los médicos capaces y honestos
b) Los médicos capaces, pero deshonestos
c) Los médicos poco capaces, pero honestos
d) Los médicos incapaces y deshonestos
El médico"capaz y honesto", llamado Pedro Bueno. Se trata de un médico bien preparado, que se actualiza y que es honrado "de nacimiento". Fue educado con el respeto a los principios morales. La rectitud que es parte de su naturaleza y ocupa el lugar más alto en su escala de valores. Se gana la vida ejerciendo su profesión con eficiencia y probidad.
Pedro Bueno, revisa cuidadosamente a sus enfermos, les informa con detenimiento
y claridad la naturaleza del problema que los aqueja y el por qué del tratamiento que propone. Es respetuoso actuando en aquello que domina y, cuando el caso lo amerita, sabe referir a sus enfermos a otros médicos, siempre capaces y honestos. Nunca exige dinero del médico a quien refirió el caso. No solicita auxiliares de diagnóstico cuando no hay necesidad de ello y cuando considera necesario hacerlo no acepta pagos (o bonos) que provengan de gabinetes de laboratorio, radiología o de hospitales. No vende medicamentos, se limita a prescribirlos y el paciente puede comprarlos en la farmacia de su preferencia.
Entre los médicos "capaces y honestos" unos son careros, otros cobran honorarios promedio del lugar y época, y algunos cobran poco; diversidad que hay que respetar porque cada quien está en libertad de ponerle precio a su trabajo. Lo significativo a este respecto es que cada peso que gana Pedro Bueno es merecido y bien habido.
Los hay comunicativos y amigables, o bien, circunspectos y serios; unos tienen consultorios de lujo, otros consultorios modestos, unos tienen mucha clientela
y otros poca o ninguna; unos se anuncian en la Sección Amarilla,
otros ni siquiera tienen un rótulo visible.
Un Pedro Bueno jamás alarma indebidamente ni ofrece falsas expectativas; no oculta la verdad para lo que fue consultado. Estudia al paciente, le manifiesta su opinión
y expone sus recomendaciones y el enfermo decide, librede presiones, por su propia voluntad.
El médico "capaz, pero deshonesto" , llamado Soilo Máximo La única característica que comparte Soilo Máximo con Pedro Bueno es la capacidad profesional. Soilo Máximo
también es un médico bien preparado y actualizado. Pero los Soilos no nacieron honestos, nacieron con largas uñas. Por lo general, son comunicativos y sumamente
atentos, amigables y simpáticos. Sus enfermos suelen recomendarlos con frases como estas "ve a consultar a mi médico, es a toda madre" o es "muy cuate", "te trata bien", "es encantador", "es un genio y, además, muy humano".
Soilo Máximo ejerce la medicina con un objetivo primordial; hacerse rico a como dé lugar y pronto. Si son cirujanos practican operaciones innecesarias, los "salvan" y el paciente y familia, los recomiendan ampliamente.
Cuando se va a dormir, sueña con los posibles incautos del día siguiente.
Cuando el padecimiento amerita la interconsulta con otro médico, lo envía a otro
Soilo Máximo. Es carero, pero se adapta, ¡no faltaba más! a las posibilidades económicas de los pacientes. Por lo general, tiene mucha clientela y su consultorio suele ser de lujo. El gran "pero" de los Soilo Máximo es que les encanta transferir la cuenta
bancaria de sus pacientes a la cuenta bancaria propia, son geniales para hacerlo y también implacables.
Internan pacientes cuyo padecimiento podría ser manejado en el domicilio, o hasta ambulatoriamente, pues esto magnifica el problema y facilita cobrar más honorarios y entradas extras al hospital. Si vislumbran que el paciente cuenta con recursos, solicitan una batería de estudios de laboratorio, ordenan una tomografía computarizada o una resonancia magnética, es para ellos casi una regla, es obvio que perciben "bonos" de
los laboratorios, gabinetes radiológicos y hospitales.
El médico "poco capaz, pero honesto" , llamado Pedro Asecas ¿Se puede ser las dos cosas?, ¿no hay contradicción? No. No hay contradicción, se puede ser honesto sin ser muy capaz. Se trata de médicos que, como los Pedros Bueno ejercen la medicina con absoluto respeto a la ética, son honorables desde que nacieron y si bien Pedro Asecas no
tuvo la oportunidad de realizar estudios de posgrado ni de profundizar conocimientos en algún campo de la medicina se mantiene actualizado en los aspectos relevantes de la medicina general y, muy especialmente, sabe sus limitaciones, las acepta y actúa en consecuencia. Como Pedro Bueno, Pedro Asecas es respetuoso y por ser honestos y autocríticos se comportan con suma cautela. Brindan a su paciente amabilidad, buen trato, calidad humana y sobre todo, la mejor opción para curarse, porque tienen la sabiduría de saber referir un caso cuando lo juzgan necesario a Pedro Bueno.
Los Pedros Asecas por lo general tienen mucha consulta y es justo reconocer que es bien ganada. Por eso, para un Pedro Bueno es muy valioso un Pedro Asecaspues le
envía muchos casos; los honorarios se reparten, pero no aumentan para el paciente.
Pedro Bueno resuelve el problema cobrando menos de lo que acostumbra,
Y Pedro Asecas, recibe la diferencia. Es una simbiosis de la que ambos se benefician, sin agravar en el aspecto económico al enfermo. Esto no sucede cuando la combinación es entre Soilos. Con ellos los costos, en el mejor de los casos se duplican.
El médico"incapaz y deshonesto", Llamado Soilo Pior Un seudomédico de éstos debe ser considerado como el "enemigo público número uno". Son capaces de cualquier cosa, ¡hasta de operar de la próstata a una mujer! Su lema es: éntrale a todo y que no se te escape nada.
Los Soilo Pior son causa frecuente de mortalidad. Tapizan sus consultorios de diplomas que ellos mandan a hacer o sin validez curricular; prescriben entre 5 y 8 medicamentos por receta que ellos venden directamente en la farmacia de su propiedad.
Los Soilos Pior carecen de autocrítica, por lo tanto, el peligro que significa su deshonestidad aúnan otro, tan mortal como el anterior, que es su inconsciencia de ser incapaces.
Lo inexplicable es que tienen clientela y salen, sólo Dios sabe cómo, de los problemas en que se meten .Un Soilo Pior siempre le manda los pacientes a un Soilo Máximo,
un Soilo Máximo, siempre envía paciente a otro Soilo Máximo. Los Soilos rehúyen todo contacto profesional con los Pedros.
Agrega el autor, que no es fácil para el paciente saber si se está frente a un Pedro Bueno o Asecas, o frente a Soilo Máximo o Pior. Menciona que hay Soilos Pior que visten como duques y Pedros Bueno que dan consulta en pantalones de mezclilla y zapatos tenis. No escasean los Pedros Bueno que hablan parcamente y com un lenguaje demasiado científico, los Soilos Pior se expresan como genios de la medicina y con una claridad insuperable. Hay Soilos Pior que bien podrían pasar por un catedrático alemán. Tienen consultorios en penthouse, equipados con todos los adelantos de la industria mueblera, pictórica, cibernética, telefónica, musical y médica. Comenta el Dr. Perera que uno de sus mejores amigos, um Pedro Buenísimo, no tiene consultorio; trabaja toda la cirugía que le envía um Pedro Asecas que confía en él y le va económicamente muy bien porque Pedro Asecas también confía en él.
Las reflexiones con relación a los fragmentos descritos del libro Entre médicos te veas pudieran ser múltiples, y en su discusión pudieran darse puntos a favor o en contra, sin embargo, la decisión de darlo a conocer fue con el fin de que, además de hacer un autoanálisis, tratemos de ubicar la conducta de los médicos com los que nos relacionamos diariamente, por esa razón, los invito a leer el citado libro en forma completa, pues contiene otros aspectos de suma importancia para comprender y mejorar, nuestro ejercicio profesional.
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